domingo, 2 de octubre de 2011

MIEDO A LA LUZ


Nuestro más profundo temor no es que no somos adecuados. Nuestro más profundo temor es que somos infinitamente poderosos. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad la que más nos asusta. Nos preguntamos, “¿Quién soy yo para ser brillante, para ser hermoso, talentoso o fabuloso?”.  En realidad, quienes somos para no serlo?. Somos hijos de Dios. Tu pequeño papel no sirve al mundo. No hay nada ilustre acerca de hacerse pequeño a fin de que las otras personas no se sientan inseguras a tu alrededor. Todos estamos destinados a brillar, como hacen los niños. Hemos nacido para hacer manifiesta la gloria de Dios que está dentro de nosotros. No es sólo en algunos de nosotros, es en todo el mundo. Y cuando dejamos que nuestra propia luz brille, inconscientemente damos permiso a otras personas de hacer lo mismo. Como estamos liberados de nuestro propio miedo, nuestra presencia automáticamente libera a otros.

Marianne Williamson

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