Su nombre significa: “Rostro de Dios”, “Fuego de Dios”.
En hebreo: “Tsadkiel”
Es a la vez Serafín, Querubín y Príncipe de las Dominaciones.
También conocido como el Arcángel de la Salvación.
En hebreo: “Tsadkiel”
Es a la vez Serafín, Querubín y Príncipe de las Dominaciones.
También conocido como el Arcángel de la Salvación.
Se le representa con una espada en el jardín del Edén. Se lo considera al Arcángel puesto por el Padre Eterno a las puertas del Paraíso con su Espada de Fuego.
Combate el espíritu de la ira, del odio y de la impaciencia, poniendo en el corazón las virtudes de la dulzura, benignidad y paciencia. Con la dulzura y la paciencia vencemos y atamos al espíritu malvado. “Aprended de Mí que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso a vuestras almas” (Mateo 11,29).
San Uriel nos rodea con su corona ardiente de amor, de paciencia y de bondad. El cuida todos los lugares de las apariciones Marianas, enriqueciéndolos de gracias. Jesús afirmó en unas de sus revelaciones: “Cuando los ejércitos rojos avancen, ellos atravesarán tan solo al precio de la muerte y con la pérdida de sus vidas, el cinturón de fuego colocado delante de los lugares de las apariciones de mi Madre”.
Es el Ángel del Arrepentimiento y de la Retribución. Se lo denomina Regente del Sol.
Ayuda a cumplir los objetivos y misiones de nuestra vida proveyéndonos de ideas transformadoras. Es el guardián del mundo mental. Transmite a los seres humanos la luz del conocimiento y la comprensión de las profecías.
Canaliza las energías de la abundancia y es proveedor de gracias espirituales y terrenales. Ayuda a que se produzcan cambios rápidos. Atrae la buena suerte y la opulencia bien merecida.
Se dice que S. Cayetano fue guiado por Uriel cuando estuvo en la Tierra. Este le proveyó de la paciencia y credibilidad para tener confianza en la presencia divina.
Se invoca este arcángel en los momentos en los cuales estamos pasando una prueba en donde la desesperación se hace dueña de los sentimientos y de los pensamientos. En los momentos que la paz interior no es posible, atormentado por una circunstancia, nos hace presa fácil de la desesperación. Con su invocación se recupera la paz necesaria para poder sobrellevar un mal momento. La paciencia y la tranquilidad lograda con su invocación nos abre los horizontes para así lograr las soluciones adecuadas.
Vibra bajo la luz del rayo color oro o rubí.
Día que le corresponde: Viernes.
Virtudes: Paz, armonía, provisión, curación y gracia.
Gobierna el Sur y protege el Este, el Sol que nace, todo aquello que se inicia,la Primavera y a los seres humanos.
Representa: Las ciencias, la política, la economía, el trabajo y las organizaciones.
Día que le corresponde: Viernes.
Virtudes: Paz, armonía, provisión, curación y gracia.
Gobierna el Sur y protege el Este, el Sol que nace, todo aquello que se inicia,
Representa: Las ciencias, la política, la economía, el trabajo y las organizaciones.
ORACIÓN
Oh! Dios que con inefable providencia
te dignas enviarme a tus Santos Ángeles
para nuestra Guarda,
accede a nuestros ruegos y haz que
seamos siempre defendidos por su protección.
Señor, que nos confías a tus Ángeles
para que nos guarden en todos nuestros caminos,
concede propicio que por intercesión
de tu glorioso Arcángel San Uriel
nos veamos libres de los peligros presentes
y asegurados contra toda adversidad.
te dignas enviarme a tus Santos Ángeles
para nuestra Guarda,
accede a nuestros ruegos y haz que
seamos siempre defendidos por su protección.
Señor, que nos confías a tus Ángeles
para que nos guarden en todos nuestros caminos,
concede propicio que por intercesión
de tu glorioso Arcángel San Uriel
nos veamos libres de los peligros presentes
y asegurados contra toda adversidad.
Glorioso Arcángel San Uriel,
poderoso en fortaleza, imploro tu continua
custodia para alcanzar la victoria sobre todo
mal espiritual o temporal.
Protector mío, concédeme la gracia que te solicito
(se pide la gracia deseada)
si es conveniente para el bien de mi alma,
acompáñame y guía todos mis pasos hasta alcanzar
la vida eterna.
Amen.
INVOCACIÓN
“Amado Arcángel Uriel, te invoco en nombre del Padre Creador,
envuélveme en la llama oro rubí,
llena mi ser de Paz, Gracia, y Providencia.
envuélveme en la llama oro rubí,
llena mi ser de Paz, Gracia, y Providencia.
Ayúdame a encontrar solución al problema que tengo en mi mente.
Dame sabiduría para comprender por qué suceden las cosas
y visión para ver la solución a los problemas.
y visión para ver la solución a los problemas.
Llena mi mundo de tu infinita paz,
de prosperidad y abundancia divina.
Gracias Padre, porque nuestras
necesidades están cubiertas”.
Amén
MEDITACIÓN
Uriel “Dios es Luz”, “Luz de Dios” o “Fuego de Dios”. El puede tener en su mano izquierda, una llama ardiente que simboliza el Fuego Ardiente de el Amor Divino, la manifestación del espíritu puro en el plano físico.
Nos brinda Purificación e Iluminación en situaciones difíciles, porque proporciona información Profética y Advertencias sobre catástrofes naturales como terremotos, tornados, incendios, y cambios planetarios. Podemos pedirle protección ó consuelo cuando hayan pasado éstas desgracias. El responderá a nuestras peticiones de acuerdo al Plan Divino.
Debemos invocar siempre al Arcángel Uriel, visualizando una gran Columna de Luz dorada-anaranjada-rubí. Puede presentarse descendiendo a la tierra con una espada flameante, que simboliza la destrucción de las energías contaminantes, la falsedad y la oscuridad.
Visualizamos así a Uriel Arcángel, para que nos libre de caer en la pasión, el odio, la ira y la impaciencia, que nos proteja de catástrofes naturales, y de personas malvadas, y derrame a la vez en nuestro corazón y en el alma de los que nos rodean, el Amor de Dios.
Hay otros símbolos como un libro o un pergamino en la mano que representa la Revelación, la Interpretación , la Sabiduría , y las Profecías.
Así mismo se presenta con sus manos abriéndose las vestiduras del pecho, para dejar salir el Fuego Sagrado del Amor Divino. Al visualizar a Uriel de esa forma, podemos solicitarle que avive el Fuego del Amor Divino que habita en nuestro corazón, y que eleve nuestra vibración para acercarnos aún más al Reino de los Cielos.
“San Uriel rodéanos con el Cinturón de Fuego, ven en nuestra ayuda con tu Ejército Celestial. Y enséñanos a vivir y hacer como ha hecho Jesús, aquí en la tierra. Amén”.
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