lunes, 13 de junio de 2011

LEY DE VIBRACIÓN Y NUESTRA SALUD


La mente ejerce control sobre el cuerpo a través de la ley de vibración o de atracción.  
Cada pensamiento es una vibración, cada vibración cambia nuestro cuerpo. Si deseamos cambiar las formas, tenemos que cambiar la vibración. Cambiemos de vibración y cambiamos la condición de nuestro cuerpo.  
Cuando usamos inconscientemente la ley de atracción, a veces nos da resultados que no deseamos. La ley de vibración o ley de atracción la podemos usar de manera consciente para obtener resultados deseados.  
¿Cómo utilizamos la ley de atracción para obtener los resultados que deseamos?  
Todos sabemos como producir sensaciones agradables y también desagradables en nuestro cuerpo.  
Cuando estamos pensando en deuda, dolor, enfermedad, enojo, celos, rencores… producimos resultados desagradables.  
Y cuando recordamos momentos felices, de alegría, amor, valor, fe… seguro que obtenemos resultados agradables.  
Para mejorar la salud con la ley de atracción hay que apreciar minuto a minuto las cosas hermosas que hay en nuestra vida… agradecer lo más valioso; y seguir apreciando, agradeciendo, admirando todo lo mejor que hay en nuestras vidas para obtener resultados perfectos, millones de células trabajan en nuestro cuerpo reparándolo, y a menudo se paralizan si tenemos en nuestro pensamiento miedo, dudas, rencores o criticamos todo lo que vemos, qué feo, malo, sucio: eso es lo que nos para liza y no nos deja avanzar.      
Las células son como un ejército de trabajadores, listo para empezar una parte importante del trabajo, pero si cada vez que empiezan se convoca una huelga, o se cambian los planes, finalmente se desalientan y se dan por vencidos.
Nuestra salud depende de la ley de atracción en nuestro interior, si pensamos en sabiduría, pensamos en lo perfecto, lo verdadero, así será nuestra salud.      
Cada célula de su cuerpo es inteligente y responderá a su dirección. Las células son todas creadoras y crearán el patrón exacto que usted les da.
O sea, tomamos nuestra meta, hacemos la afirmación, visualización, si las dudas nos asaltan, seguimos afirmando y visualizando… y perdonando nuestras dudas y miedos, pues solo existen en nuestra mente.  
Habla con Él, porque Él escucha, y el Espíritu con el Espíritu se puede encontrar, Él está más cerca que tu respiración, y más cerca que tus manos y tus pies.
Reconociendo el poder de nuestro Ser, alejamos los miedos y cambiamos enfermedad por armonía y perfección, mostrándonos el hombre ideal, hecho a imagen y semejanza de Dios.      
Yo puedo ser lo que decido Ser.  
La ley de atracción da energía a nuestro pensamiento. Cuando pensamos, hablamos o visualizamos amor, armonía, salud, vitalidad, energía, juventud, creamos situaciones armoniosas con la perfección de nuestro Ser interior.      
Soy integro, perfecto, fuerte, poderoso, amoroso, armonioso y feliz.  
Dios nos bendice y nos regala la ley de atracción para nuestro bienestar físico, mental, emocional y espiritual.


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