domingo, 8 de mayo de 2011

EL AURA


El aura o conjunto de cuerpos sutiles es el reflejo de nuestro campo energético. Todo ser vivo tiene un aura que es parte de su constitución energética y un patrón de su cuerpo físico.
El aura que rodea nuestro cuerpo está formada por siete capas que se superponen unas a otras y se extiende aproximadamente hasta un metro alrededor de éste. Cada capa se corresponde con cada uno de los siete chakras principales.

La primera capa –cuerpo etéreo- está relacionada con el primer chakra o chakra raíz.
Es conexión con la Tierra y afecto a todo lo material y al deseo de permanecer en este mundo. Determina sentimientos de arraigo con un lugar concreto y la lucha por la supervivencia, estando relacionado con el placer y el dolor físico y con el funcionamiento de ese cuerpo como organismo funcional.

La segunda capa se llama cuerpo astral o cuerpo emocional. Se asocia con el segundo chakra.
Se relaciona con los sentimientos y las emociones humanas.

La tercera capa o cuerpo mental se corresponde con el tercer chakra o del Plexo Solar. Se relaciona con el pensamiento y las funciones mentales.
Es vehículo de manifestación del intelecto. Su buen funcionamiento posibilita claridad de pensamiento, concentración y focalización de las ideas, base de la manifestación.

            Estas tres capas primeras del aura forman el plano físico y están relacionadas con el procesamiento de la energía asociada al mundo físico.

La cuarta capa o cuerpo causal es la transición entre el plano físico representado por las tres primeras capas del aura y los tres primeros chakras y el plano mental integrado por las tres capas y chakras restantes.
Es un nivel de transición en doble sentido: descendente dado que adapta la energía espiritual procedente de los chakras superiores en su camino descendente de transformación en realidad física, disminuyendo su vibración; y en sentido ascendente depura y eleva la vibración de las energías de los tres primeros chakras y de las tres primeras capas del aura hacia frecuencias más elevadas.
Esta capa está asociada con el chakra cardíaco. Se relaciona con la evolución armónica de la persona.
En esta capa se encuentra el archivo akáshico, que es un registro que contiene toda la información de los tránsitos de las sucesivas reencarnaciones almacenada a un nivel energético de alta frecuencia.

La quinta capa se asocia con el chakra laríngeo y representa el comienzo de la depuración de la espiritualidad a través de un aumento de la frecuencia vibratoria del campo energético.

La sexta capa se relaciona con el sexto chakra o del Tercer ojo; asociada con un amor todavía más cercano al creador.

La séptima capa, asociada al chakra coronario representa el estado más elevado hacia la energía cósmica y universal.


El aura puede ser detectada mediante aparatos adecuados (fotografía Kirlian) y de forma natural mediante los sentidos. Conforme se avanza en la práctica del Reiki, se incrementa la capacidad sensorial de la palma de las manos (sensaciones de hormigueo, presión, calor, frío, etc.).

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