Nuestra época está marcada por el afán de acumular riquezas y por la superficialidad. La agitación y el estrés definen nuestro quehacer cotidiano. El ser humano es cada vez más propenso a las enfermedades. Muy pocas veces se aplica el pensamiento positivo y cada vez es menor la disposición para aceptarse a sí mismo y a los demás.
La juventud, en especial, carece de una imagen positiva del mundo. Para muchos, las expectativas laborales son cada vez más bajas, y tienen pocas perspectivas de futuro. Las consecuencias son la agresividad y la violencia. Es aterradora la brutalidad en el trato mutuo y está aumentando el número de jóvenes que apelan a la droga para huir de esta realidad.
La mayoría de los seres humanos ha perdido el conocimiento de sus propias fuerzas positivas y de la posibilidad de la autosanación.
Con Reiki puede tomarse nuevamente conciencia de esta energía, activándola. Ella nos ayuda a recibir fuerza positiva para nosotros y nos ayuda a transmitirla a otros.
El Reiki te puede enseñar a no rechazar nada y también a aceptar todo, para ser libre en cada momento y penetrar en tu YO Superior, donde se puede iniciar la sanación física, emocional, mental y espiritual, pudiendo ayudar a sanar a los demás.
Nunca Dios, el Yo Soy, dice que todo vale, y que no hay bien ni mal. Por el contrario, es exigente y escudriña al detalle, al grado de ordenar :'Sed perfectos',
ResponderEliminarEl que dice que no nos preocupemos por nuestro desvío es su enemigo, el Lucifer Ha-Satán, y lo hace para lograr que nuestra alma se pierda. Aparece como buena onda, cool y luminoso, haciéndose pasar por amigo.