Los ángeles son mensajeros alados: el vocablo ángel se deriva de la antigua palabra griega angelos, que significa “mensajero”. Los ángeles actúan como un puente entre el cielo y la Tierra , sirviendo de canal entre Dios y el mundo físico. Los ángeles son seres inmortales de conciencia pura, y están libres de las limitaciones del tiempo y del espacio. Están eternamente ligados a la perpetua energía bienaventurada que irradia de lo divino. Cada ángel es un punto de enfoque del amor de Dios, que canaliza sin distorsión.
Muchos creen que todos los ángeles fueron creados por Dios en el mismo momento, el segundo día de la creación, cada uno de ellos perfecto, inteligente, inmortal y en posesión de libre albedrío. La mayoría de los ángeles eligieron conscientemente renunciar a su libre albedrío y alinearse eternamente con su creador. Pero unos cuantos ángeles quisieron su propio poder y gloria: éstos fueron los “ángeles caídos”. Los ángeles que renunciaron a su libre albedrío sirven a Dios y protegen a la humanidad de los “ángeles caídos”.
Las personas perciben a los ángeles de maneras muy diferentes; los encuentros más profundos son aquellos en que se producen manifestaciones físicas, en las que pueden asumir la forma de seres alados. Los ángeles son seres carentes de género, de una vibración que es puro espíritu; sus cualidades, tanto masculinas como femeninas, son tan perfectas y completas que son andróginos.
¿Tienen alas los ángeles? La mayoría nos hemos familiarizado con los ángeles por medio del arte religioso, y se les retrata como seres perfectos, con túnicas fluidas, pelo largo, halos alrededor de la cabeza y alas; pero éstos son puro espíritu y no tienen forma física densa. Entonces, ¿de dónde vino la idea de que los ángeles tienen alas?
Varios textos religiosos mencionan que ciertos ángeles tienen alas. Al arcángel Gabriel, que dictó el Corán a Mahoma, se le describe con 140 pares de alas. En los textos místicos judíos 1 y 2 Enoch también hay descripciones de ángeles alados. Muchas culturas han retratado seres alados, y siguen existiendo muchos mitos, leyendas, estatuas e incluso pinturas rupestres de estas milagrosas criaturas. Los relatos visionarios de mensajeros divinos suelen describirlos como seres alados o que aparecen bañados en una “luz divina”.
La luz que rodea a los ángeles podría ser su aura, o cuerpo astral. Los místicos y sanadores acostumbran a describir un campo de energía sutil que rodea a los humanos. El aura humana suele retratarse con distintos niveles, pero cuando se examina más de cerca está compuesta por millones de líneas de energía separadas, cada una de las cuales irradia hacia fuera y hacia arriba desde la “columna espiritual” central, dando la apariencia de plumas. El campo energético del ángel aparece ante el místico humano como enorme, y la mente humana puede intentar revestir la visión divina con formas humanas.
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