domingo, 8 de mayo de 2011

LEYENDAS DE LOS DÍAS DE LA SEMANA


DOMINGO

En la historia de todos los pueblos hallamos desde los tiempos más remotos días especiales, consagrados a rendir culto a la divinidad. La manera de sucederse estos días, los nombres con que se los designaba y el ceremonial usado en ellos, han variado con el transcurso del tiempo y la diferencia de costumbres y lugares. En la India se denominó sabbat el día destinado al descanso y la oración; y el mismo nombre lleva en hebreo, correspondiendo a nuestro sábado. Al aparecer el cristianismo, se trasladó la observancia tradicional de ese día al siguiente, en que se efectuó la resurrección del Salvador; y entre los primeros fieles de Roma se le llamó "dominica", de "dominicus", que quiere decir del Señor. De aquí procede la palabra castellana "domingo".

LUNES

Aun cuando no hay relación alguna entre el período de la semana y los movimientos de los astros, desde muy antiguo se hallan cinco días de la semana dedicados a los planetas y a las divinidades mitológicas del mismo nombre que éstos.
Lunes, o día de la luna, es el nombre del segundo día de la semana, dedicado a nuestro satélite, al que los romanos denominaron Diana y consideraron como consorte de Febo, el astro del día.
Refieren sus poetas que era la diosa Diana de gentil hermosura y singular donaire, y que su padre Júpiter, le dio un arco y un séquito de ninfas, haciéndola reina de los bosques, pues era la caza su diversión favorita. Tenía Febo una resplandeciente carroza tirada por flamígeros caballos, la que surcaba los espacios iluminando el mundo con sus dorados y ardientes resplandores, durante el día. En esta misma carroza de plata rodaba la bella diosa Diana sobre las nubes en el silencio de la noche, bañando la tierra en suave y argentina luz. A la luna, pues, está consagrado desde tiempo inmemorial el segundo día de la semana, con el nombre de "lunes".

MARTES

Es Marte el cuarto gran planeta del sistema solar, el más próximo a la tierra, pero más pequeño y distante del Sol que ella. Ha recibido su nombre de Marte, dios de la guerra; quien, según en la tradición grecoromana, era uno de los doce grandes dioses de la antigüedad, y que desempeñó un papel importantísimo en las leyendas heroicas. Su culto se extendió por todo el mundo pagano.
Considerábase a Marte como al dios de la fuerza viril y de la inspiración guerrera: de él se dice que participaba del carácter violento de su madre la diosa Juno y a este propósito cuenta Homero que cuando cayó herido por Diomedes, lanzó un grito tan poderoso como pudieran haberlo lanzado nueve o diez mil guerreros a la vez.
Era Marte el prototipo del héroe guerrero de las leyendas épicas, que lanzado a la lucha no obedecía más que a la brutalidad de su instinto y a su furor sanguinario, dejándose llevar del ansia loca de herir y matar; y de aquí que su símbolo sea el lobo, emblema de la crueldad.
En las medallas de las familias romanas aparece Marte bajo el aspecto de un joven en la plenitud de la edad.
A este dios tutelar de los ejércitos guerreros, de los soldados y gladiadores, está dedicado el tercer día de la semana llamado "martes".

MIÉRCOLES

Miércoles significa día de Mercurio.
Hemos visto en otra parte de este libro al tratar de los astros, que Mercurio es el planeta más próximo el sol. Su nombre está tomado de la mitología latina, la cual nos habla de Mercurio, mensajero de los dioses, y dios él mismo de la elocuencia, del comercio y de los ladrones.
Mercurio, a quien los griegos llamaron Hermes, era hijo del Cielo y de la Noche, y ya de niño robó por instigación de su padre una becerrita a su pastor, que era un terrible gigante, poniendo en juego toda la astucia de su temprana edad, pues valiéndose de una varita mágica y de los dulces sonidos de su flauta, logró adormecer al gigante y así cortarle la cabeza.
Mercurio presidía también las relaciones mercantiles entre los hombres;
y por eso su imagen se veía a la entrada de las ágoras o mercados de las principales ciudades de Grecia. Atribuíanle los antiguos la invención de las medidas, pesos y balanzas y de todo cuanto se refería a los mercados.
Cuando en las costas del mar Mediterráneo y del mar Tirreno se desarrolló un importante tráfico griego, los romanos tomaron de Grecia los dioses protectores. Roma eligió por dios del comercio a Hermes, dándole el nombre de Mercurio-palabra derivada de la latina "mercad", esto es, comprar o mercar-y le erigió un soberbio templo en que había una fuente consagrada al dios. En ella mojaban los comerciantes una rama de laurel, rociaban con ella sus mercancías y rogaban al dios bendijese sus negocios.
Era finalmente, Mercurio, elocuente intérprete de las voluntades de los dioses y especialmente de Júpiter, pues tenía el don de la expresión clara y fácil y de la persuasión, por lo cual llegó a ser el dios de la palabra y de la Elocuencia.

JUEVES

Es el jueves el quinto día de la semana, y su nombre una abreviación de las palabras latinas "Jovis-dies", en español día de Jove o Júpiter.
Es el planeta Júpiter el más grande de nuestro sistema solar y está rodeado, como ya sabemos, de cinco satélites.
En el orden mitológico, Júpiter, según los latinos, y Zeus, según los griegos, era el padre de los dioses. Venció a los titanes, descomunales gigantes que querían escalar el cielo; dio a Neptuno el mar, a Plutón el infierno, reservándose él el dominio del cielo y de la tierra.
Era, pues, para los griegos, Júpiter el padre de los dioses y de los hombres, ordenador de todas las cosas, que moraba en el éter, rodeado de luz eterna. Por esto, creyéndose más cerca de él, le adoraban en los lugares altos, en las cimas de los montes. Él era el señor de los esplendores celestes, del día y de la noche, de las borrascas y tempestades.
Dícese de Júpiter que era el padre de todos los dioses, no porque en realidad lo fuese, sino porque todos le reconocían como señor.
Es la leyenda de este dios, bellamente interesante. Cuenta Hesíodo, escritor griego, que Júpiter tuvo por padre a Cronos -el tiempo- y por madre a Rhea -la Tierra. Cronos devoraba a todos los hijos que le daba su esposa y ésta, herida en su sentimiento maternal, concibió una estratagema, mediante la cual consiguió salvar a su hijo Júpiter de las terribles fauces de su marido. Favorecida por las sombras de la noche, llevó a su hijo a las profundidades de una caverna oculta entre la espesura de un bosque, y allí le dejó al cuidado de las ninfas que velaron por el divino niño y contribuyeron a su maravilloso crecimiento: las abejas destilaban para él su miel más dulce y las cabras le daban su sabrosa leche.
Rhea, su madre, había envuelto de antemano una piedra en los pañales del niño, y al presentársela a Cronos, éste la devoró rápidamente, pensando" fuese el niño: mas el en momento la vomitó y juró destrozar a su hijo. La suerte le fue contraria, pues, muchos años más tarde, Júpiter, acosado por su padre, le venció destronándole del Olimpo y encadenándole en las profundidades de los abismos del mundo.
A Júpiter se le representa generalmente, sobre un carro, armado del rayo, como significando al dios luminoso que pone en fuga los genios de las tinieblas.

VIERNES

Es éste el sexto día de la semana. Viernes vale tanto como "Veneris dies", palabras latinas que significan "día de Venus", por estar este día consagrado a aquella diosa.
Hay un lucero de intenso resplandor que aparece por la mañana y tarde, y que, de muy antiguo, ha sido designado con diversos nombres. Nosotros le llamamos el planeta Venus.
Recorriendo la mitología pagana, el nombre de Venus atrae especialmente nuestra atención, pues no es ya el nombre de un dios potente o sanguinario, sino el de una diosa bella y amable, en que los antiguos simbolizaban todos los encantos de la naturaleza.
Los griegos la llamaron Afrodita, esto es, hija de la espuma y su historia es bella como la diosa. Cuenta la leyenda que cuando Cronos mutiló a su padre arrojó al mar sus miembros, los cuales flotaron largo tiempo sobre las ondas. Alrededor de ellos formóse una blanca espuma, de la cual nació la diosa Venus. Una concha marina le sirvió de nave, que el céfiro hizo vagar sobre las ondas, impeliéndola al fin a las costas de Chipre" donde la recibieron unas ninfas que la condujeron triunfalmente al Olimpo, asentándola en un bello trono rodeado de nubes y resplandores. Ella es la graciosa estrella matutina que alegra el alba y el lucero vespertino que aparece en el firmamento sobre los celajes del crepúsculo.

SÁBADO

Es el sábado el último día de nuestra semana. Su nombre, de origen hebreo, significa "día de descanso", pues era para ellos ley severa el absoluto reposo durante aquel día, que dedicaban a la oración y fervoroso culto en sus sinagogas.
Conforme queda dicho, la religión cristiana lo ha reemplazado, instituyendo con el mismo fin el domingo. El sábado cierra el período de siete días que tanta importancia tiene en los ritos religiosos de los pueblos antiguos. Los romanos, por ejemplo, celebraban durante siete días sus fiestas saturnales, en las que se entregaban a todo género de excesos en la comida y bebida. Hoy apenas podemos formarnos una idea de la profunda revolución operada en las costumbres, con la venida de Jesucristo, y en comprobación bastará observar que en la mayoría de los pueblos civilizados, el día de descanso semanal que sigue al sábado, lo es de cumplimiento de los deberes religiosos, y de moderado y honesto esparcimiento para disponerse a reanudar con nuevo vigor el trabajo, verdadera ley de la vida.

1 comentario:

  1. muy buena porque como adventista del septimo dia se que el verdadero dia de ir alavar a Dios es el sabado y ademas es biblico, unos dicen que Cristo lo clavo en la cruz pero el dijo que no venia a avolir la ley si no a cumplir Mateo 5:17 y aun pablo despues de la muerte de CRISTO lo guardo hechos 17:2-4 Saca tu conclusion si ya dejo de ser el dia de reposo que Dios te ayude a entender.

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